Por: Magdalena y Carlos Altamirano-Morales (DIFAM Zacatecas – Alleanza di famiglie).
A primera vista, el evangelio de esta semana puede parecer que trata sólo sobre el fin del mundo: Un evento borroso en un momento indeterminado del futuro. Sin embargo, como otros pasajes del evangelio del mes de noviembre, representa más bien un mensaje de esperanza sobre la confianza que debemos tener hoy en el Señor; nos recuerda que las cosas terrenales son pasajeras, incluyendo las dificultades y las tristezas, pero que las palabras de Jesús no dejarán de cumplirse, esto es, que tenemos un padre que nos ama y que nos ha hecho participes de su naturaleza divina, que nos da la capacidad de amar, encomendándonos una misión específica e indicándonos como meta el encuentro definitivo con Él.
En cada matrimonio y en cada familia, hay tribulaciones que nos pueden parecer el final de todo. El centrarnos sólo en nuestros asuntos cotidianos, en nuestros problemas, en nuestros desencuentros y en nuestras disputas, puede ocultarnos, como en el caso del sol apagado del pasaje, la luz de la verdad del amor de Dios, la cual nos permitiría ver la belleza que está presente en el matrimonio y en la familia. Sin la luz de su amor, todo lo bello nos parece opaco, oscuro, y es por esto que, a veces, concentramos nuestros esfuerzos en obtener cosas efímeras que nos llevan a no darnos cuenta del verdadero sentido de la vida.
Sin embargo, Jesús promete que, pase lo que pase, esa luz volverá a brillar, y entonces será visible sólo lo que refleje ese amor, lo mucho o poco que hayamos amado en esos momentos de oscuridad y aflicción. Debemos leer los signos de los tiempos con sabiduría y tener puesta la esperanza en el Señor, para percibir su presencia, inclusive en tiempos de angustia, y confiar en la bondad y en la belleza de la misión de nuestro matrimonio y de nuestra familia.
Pidamos al Señor que se mantenga cerca de nosotros y que no soltemos su mano en los momentos de dificultad, que podamos amar como él nos ama, que sigamos confiando en la belleza de nuestra vocación en los momentos en que la oscuridad nos impida verla, y que juntos podamos decir como el salmista: Enséñanos, Señor, el camino de la vida.
EVANGELIO
Congregará a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales.
✠ Del santo Evangelio según san Marcos 13, 24-32
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuando lleguen aquellos días, después de la gran tribulación, la luz del sol se apagará, no brillará la luna, caerán del cielo las estrellas y el universo entero se conmoverá. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad. Y él enviará a sus ángeles a congregar a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales y desde lo más profundo de la tierra a lo más alto del cielo. Entiendan esto con el ejemplo de la higuera. Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Así también, cuando vean ustedes que suceden estas cosas, sepan que el fin ya está cerca, ya está a la puerta. En verdad que no pasará esta generación sin que todo esto se cumpla. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse. Nadie conoce el día ni la hora. Ni los ángeles del cielo ni el Hijo; solamente el Padre».
Palabra del Señor.