Archivo del autor Carlos Altamirano

Cada familia es un lugar privilegiado de la presencia de Dios

La familia está invitada a dar un rostro al amor de Dios

Que nuestros hogares se conviertan verdaderamente en santuarios de la presencia de Jesús

Ver al otro con los ojos y el corazón de Dios

Ven, Señor Jesús, y permítenos acogerte, para que tú puedas resplandecer en nuestras familias

Cuántas esperanzas en nuestra vida: la espera del matrimonio, del nacimiento de los hijos, de una respuesta de trabajo, de un informe médico, y luego, la espera del regreso de los hijos, la espera… Y sabemos que cada espera puede vivirse en la angustia y en el miedo, o en la fe, la esperanza y la alegría.

Gracias, porque continúas llamándonos para hacer visible tu reino con nuestras vidas

Jesús promete que, pase lo que pase, la luz volverá a brillar, y entonces será visible sólo lo que refleje el amor

Para entregar hay que ser pobres, es decir, conscientes de las propias limitaciones

Mi capacidad de amar a mi cónyuge depende de mi capacidad de acoger el amor que Dios tiene para mí

Pidamos al Espíritu Santo redescubrir la belleza de una vida familiar que resplandece con la luz de Dios

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